Al este de la melancolía
APOCATÁSTASIS
Apocatástasis: del griego, αποκαθιστώ -pronunciado apokacistó-: Re-poner una cosa en su puesto primario. Restaurar algo en su estado original
I
Sólo tú vuelves siempre a
renacer:
Porque nunca te tuve, te retengo
El sol de nuevo en los ojos
¿Cómo se reflejará eso en su alma?
Lo que precede al brote de la rama
Una mujer doble se precipita al vacío
El vacío abraza
Transforma
Al final de una tormenta ciega
La niña pronuncia
Su primera palabra
II
Sólo tu sonrisa permanece
como muchas estrellas sobre ti
y pronto también sobre mi
El cierra los ojos
¿Era el océano o el alma?
Las raíces se alargan en el viento
La rama estremecida
Un hombre doble se precipita al vacío
El vacío contiene
Transforma
Al final de una tormenta ciega
Un niño emerge
De las aguas
Las últimas
Las primeras
III
Engrandece mi alma al Señor y mi corazón se regocija
Porque ha mirado la humildad de su sierva
Madona con el rostro hendido
Ha traspasado el umbral
Del placer que la diluye
A la conciencia del dolor
Que le devuelve otro amor más elevado.
Su estatus virginal
Deviene así más claro
Más vívido
– Otra clase de pureza
Que la despoja nuevamente de sí misma.
IV
Como la cierva sedienta en busca de un rio, así, Dios mío, te busco a ti. Tengo sed de Dios, del Dios de la vida
En el centro más secreto y abierto
Hay un lago de aguas iridiscentes
Donde abreva su sed
La Cierva blanca del señor
Esa doncella que me habita
Su boca
Centro luminoso donde sacio la sed
Mojo los labios en esa plenitud
Y el deseo se despliega
Convertido en palabra iluminada
Tu palabra
No la mía
V
La dulce sed del amor, me condujo a través de los desiertos de la belleza
Regresar a los espacios verdaderos del amor
Reconocer la soledad como primera instancia del ser
Dulce sed de amor
Otra forma de amar
Atravesar los desiertos de la belleza
Para llegar a ti
VI
Mi sueño es un lago interior
Donde se esparce la luz de tu rostro
Desde la hondura a la orilla del deseo
Mi sed confluyendo con las aguas
Una realidad más vasta
Que se parece a tu boca
VII
Todo pasa por los labios y la boca
El deseo, el dolor y la sed
Una Cierva en la orilla de mi lago
Me enseña que la sed
Es el camino hacia la fuente
Ella trasciende mi deseo
Lo sublima cuando acerca su boca
Al abrevadero de mi pecho
El espacio entre sus labios
Y los corpúsculos de mi piel
Campo de resurrección
Instancia que expresa la última realidad
VIII
Ella se descalza en la orilla del lago
Esparce a Dios sobre las aguas
Se esparce a sí misma
A través de la abertura de los labios
Brecha húmeda y pulsante
Por donde pasa la luz
Por donde todo se abre y se cierra
IX
Yo entro, penetro la brecha
Me repliego hasta el origen
Apocatástasis que restituye
Mi primera respiración
Mi primer gesto de amor
Cierro los ojos
En el centro de la noche
Donde la luz se hace virgen de nuevo
Como un jazmín
X
Los frutos me hacen entender la gravedad
La gravidez de las dulzuras
No es lo que vemos o palpamos
Lo que te muestra en su pureza
Lo que te hace virgen
Tu pureza está en el gesto
De dejarme retornar a tu vientre
Para ser de nuevo fruto
Y reconocerme en tu mirada
XI
El cielo en la tierra
Por la gracia de tus ojos
Ella se manifiesta ante mí
Me purifico nuevamente en sus entrañas
Solo soy, solo existo dentro de ella
Lloro y al mismo tiempo sueño
En el borde del lago
Donde a veces me desprendo
El alma: ilusión de singularidad
Que solo se expresa en la invisibilidad de la carne
XII
Todo asciende
Todo se eleva en su presencia
Más ella se entrega generosa
Se deja hacer tu voluntad
Acepta la carga de ejercer la pureza desde el cuerpo
Solo ahí es posible entonces
Regresar
XIII
Yo crezco para ti
Me elevo hasta tu cielo
Pero es tu lluvia la que humedece mis sueños
Desde la sagrada consistencia de tu cuerpo
Donde me hago etéreo
Cuando eres tú la que se eleva
Yo desciendo hasta el origen
Por tu hendidura donde lo inefable
Se hace carne de mi carne
XIV
Todo mi eros te celebra
Lo visible sucumbe ante ti
Que me tornas entonces invisible
Solo te veo cuando cierro los ojos
Tu numinosidad
Más allá de la herida, más atrás
En la secuencia sin tiempo
En el origen, el inicio, el escatón
Desde la raíz a los aromas
Solo por ti me asumo árbol
Me transformo
XV
Esa mujer que me habita y me sostiene
Sale de mí para mostrarse como una herida
Ella me guía a través de lo secreto y profundo
La herida se transforma en un cordón de luz
Esa fisura sagrada en el umbral de tu vientre
Para iniciar este viaje al centro de mí mismo
Apocatástasis del alma
Donde el mundo visible, encarnado
Se muestra en su extrema y abarcante doncellez